El mayor atractivo de esta especie está en sus espectaculares hojas: son grandes y de un verde oscuro. Adentro o afuera, aporta siempre un toque tropical.
La llegada del Ficus pandurata al universo de la decoración de interiores no es una novedad, pero su vigencia se mantiene y, tanto como la Sansevieria, el Spathiphyllum o la Strelitzia, la planta conocida como “árbol lira” sigue ocupando un lugar muy importante en el top diez de las especies vegetales más buscadas en los viveros para sumar verde y vida a livings, cocinas, tiendas u oficinas. En cuanto a espacios exteriores, también persiste como tendencia en jardines de estilo tropical o en patios urbanos.
El Ficus pandurata, que antes se vendía con el nombre de Ficus lyrata, es una planta nativa de África tropical. El seudónimo “árbol lira” se debe a la morfología de sus hojas, que se asemejan a la forma del instrumento musical. En su área de distribución natural llega a medir entre 8 y 10 metros de altura, pero si se la cultiva en macetas en interior, puede alcanzar los 2 metros. El atractivo de esta planta son sus hojas alternas, grandes, de 20 a 25 centímetros de largo, verdes brillantes, con las nervaduras oscuras bien marcadas.
Qué cuidados necesita el Ficus pandurata Luz:
- Requiere un ambiente luminoso, pero sin estar directamente expuesto al sol.
- Ubicación: no debe ubicarse en sitios con frecuentes corrientes de aire, y hay que mantener la maceta alejada de las fuentes de calor, ya que no tolera ambientes con baja humedad.
- Sustrato: debe ser liviano, rico en materia orgánica y bien drenado. En los viveros se puede conseguir una mezcla de turba, musgo sphagnum, acícula de pino, resaca de río y perlita como base general para este tipo de plantas. También se puede agregar humus de lombriz.
- Riego: frecuente en verano y semanal en invierno siempre con agua a temperatura ambiente, nunca demasiado fría. También se puede usar agua de lluvia acopiada. El exceso o la falta de humedad facilita la caída de hojas o puede provocar que estas se ponen amarillentas. No tolera bajas temperaturas.
- Plagas: es susceptible al ataque de la arañuela roja y la cochinilla que se pueden combatir con una solución de ajo.